El billete para los Juegos Olímpicos de Tokio pasaba por el Campeonato Europeo de Budapest, donde el nadador extremeño intentaría, una vez más, conseguir la marca mínima que le permitiría estar en los Juegos.

Cesar fue convocado en la prueba de relevos de 4x200m libres masculinos y en la prueba individual de 200m libres, donde tenía mayores posibilidades de conseguir el pase olímpico. En solo dos días, el nadador del CNSO, fue capaz de nadar a un nivel de infarto, consiguiendo bajar del 1.48 en tres de los cuatro 200 a los que se enfrentó, consiguiendo batir el Récor de España en la primera posta de la semifinal del 4x200m libres con un tiempo de 1.47.13, quedándose a poquito más de una decima de la mínima exigida por la RFEN para los JJOO.

César tenía como última baza su prueba individual donde consiguió clasificarse en el 16º puesto para nada las semifinales con un registro de 1.48.37. Tras nadar esta última, solo quedaba rezar por poder meterse en la final y tener una última oportunidad, pero los 1.47.18, y posiblemente el cansancio acumulado, se lo impidieron.

El extremeño, que con solo 16 años consiguió la clasificación olímpica para Río, ha visto su carrera deportiva obstaculizada en varias ocaciones por las continuas molestias en los hombros que le han tenido en dique seco tiempo primordial para su preparación, sin embargo, nada de ello ha impedido pulverizar Récords, y resurgir de las cenizas, reconvirtiéndose para progresar.

Puede que Budapest no premiase el tesón con el pase olímpico, pero sí ha dado al mundo acuático una lección de deportividad, superación y disciplina deportiva. Esperamos que su esfuerzo se vea recompensado, y esta vez sí, le veamos tocar los aros olímpicos.