El palista internacional, Roi Rodríguez, ha retomado esta semana los entrenamientos con la vista puesta en los JJOO de Tokio. Ha producido, con impresora 3D, en las últimas semanas 26.000 viseras y 10.000 "salvaorejas" para atender al pedido realizado para el Servicio Gallego de Salud. Ha señalado que actualmente se encuentra "en pausa, por si hay un segundo rebrote, atento para volver a fabricar si hiciese falta"

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Rodríguez ha señalado que "reconforta bastante ver que estás ayudando un pelín desde casa"; desde donde ha desarrollado la iniciativa que ha contado con la colaboración de otros participantes.

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El proyecto se ha centrado en la construcción con impresoras 3D de pantallas de protección y "salvaorejas"; "lo más bonito de la iniciativa es ver las imágenes que te mandan luego el personal médico y las fuerzas de seguridad", apuntaba Roi.

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Respecto a la vuelta a la actividad, el piragüista comenta que nunca había estado tanto tiempo sin montar en la embarcación, "lo que más se asemeja es cuando acabamos la temporada que solemos parar 2 o 3 semanas". Ahora la vuelta a la actividad debe ser paulatina, más aún sin objetivos fijos este años por la incertidumbre de saber cuando se podrá volver a competir. Rodríguez realiza sesiones tranquilas de una hora de ritmos aeróbicos para la adaptación a la falta de tacto.

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Los objetivos están puestos en la búsqueda de la plaza clasificatoria para Tokio 2020.